La Justicia Federal imputó a la pastora evangelista Claudia Peyrano, de la congregación Escuderos de Cristo, junto a su pareja y una de sus hijas. Están acusados de trata de personas con fines de explotación laboral y de ejercicio ilegal de la medicina.
El juez federal Santiago Inchausti ordenó la prohibición de salir del país para los tres, además de la inhibición de bienes, el embargo de 11 vehículos y el bloqueo de sus cuentas bancarias. También se autorizó el peritaje de celulares y dispositivos secuestrados en el allanamiento realizado en el predio de la calle 72 de Miramar.
La investigación, a cargo de la fiscal Laura Mazzferri, surgió a partir de denuncias de explotación laboral a personas en situación de calle y con problemas de adicción que acudían al templo. Según la hipótesis, eran obligadas a trabajar y recibir tratamientos médicos sin autorización profesional.
Frente a las cámaras de Canal 8, la pastora aseguró: “Fue muy terrible, nunca viví una situación así. Fue algo tremendo porque para Miramar un allanamiento de este tipo es inédito y en una iglesia fue muy triste”. Además, remarcó que el templo sigue funcionando y que durante el operativo “la Justicia no encontró nada vinculado a los delitos de trata de personas ni de ejercicio ilegal de la medicina”.
Peyrano explicó que la iglesia también funciona como centro de día para personas en situación de calle y con adicciones, y que se encuentra dentro del programa provincial CIS – Centro Integral Social. “Hace muchos años que trabajamos con la comunidad de Miramar y lo único que espero es que la Justicia actúe rápido para poder seguir trabajando”, agregó.
El allanamiento, que incluyó la iglesia y tres domicilios particulares, se originó a raíz de una denuncia formulada en 2024. Por ahora, la causa está bajo secreto de sumario y la Justicia analizará el material secuestrado en los dispositivos electrónicos, incluido el celular de Peyrano.
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